Al menos el 30% de los estudios basados en imágenes diagnósticas muestran hallazgos incidentales no relacionados con la causa primaria de consulta

 

En los últimos 20 años, las imágenes médicas se han convertido en una de las herramientas de mayor valor diagnóstico en la práctica clínica tradicional. Esto ha derivado en un incremento en el volumen de imágenes médicas disponibles y en consecuencia, un reto emergente para su organización, estructuración, almacenamiento, consulta y disponibilidad. Como esquema general, toda imagen diagnóstica adquirida durante la práctica clínica tiene asociada una descripción realizada comúnmente por un profesional en radiología clínica. Esta descripción suele llamarse como una lectura de imágenes diagnostica y  habitualmente contempla una narrativa diagnóstica en lenguaje natural, tradicionalmente no estructurado, que describe el procedimiento radiológico realizado, los hallazgos evidenciados, unas recomendaciones y/o conclusiones.

 

Una necesidad emergente: Trazabilidad de los hallazgos inesperados

Aún cuando las lecturas diagnósticas están centradas en el motivo de consulta descrito en la orden del procedimiento médico, ocasionalmente, emergen hallazgos incidentales. Estos hallazgos no están relacionados con el motivo original de la consulta para el examen, pero requieren un seguimiento oportuno y abarcan muchos tipos de hallazgos, incluidos nódulos, masas, lesiones indeterminadas y aneurismas vasculares. Se pueden encontrar hallazgos incidentales en aproximadamente hasta un 30% de los estudios de imágenes diagnósticas [1]. Como proceso general, son los médicos remitentes quienes tienen la responsabilidad de informar al paciente e iniciar trazabilidad del hallazgo, sin embargo, los radiólogos y en general los departamentos de radiología pueden tener responsabilidad compartida en la trazabilidad del hallazgo cuando el motivo de la consulta es una atención primaria o una emergencia.

Un estudio reciente mostró que la falta de un protocolo de trazabilidad basado en tecnología rompe la comunicación entre los médicos remitentes y las recomendaciones de los radiólogos respecto a los hallazgos incidentales. Así, la aplicación de nuevos procesos de cribado, diagnóstico y seguimiento se interrumpieron en pacientes que lo requieren. Esto motivó que en el 2019 se iniciara un programa de detección de enfermedades incidentales (FIND por sus siglas en inglés) en el Trinity Health Ann Arbor Hospital en los Estados Unidos [2]. Durante el programa FIND, fue implementada una herramienta tecnológica alimentada por el sistema de información de lecturas radiológicas para centralizar la información de los hallazgos inesperados, las recomendaciones de los radiólogos y el flujo de trazabilidad. Particularmente, las recomendaciones del radiólogo en formato estructurado (tamaño, ubicación y descripción del hallazgo incidental). La guía para el seguimiento de las recomendaciones realizadas por el radiólogo fue estipulada según el Colegio Americano de Radiología. En general, todo reporte fue estandarizado según la guía y colectado para su trazabilidad. Una herramienta de procesamiento de lenguaje natural fue también utilizada para soportar la estandarización, estructuración y la búsqueda de hallazgos sobre reportes previos a la implementación del programa.

Un tablero de seguimiento fue gestionado para realizar control de los pacientes con hallazgos incidentales. Los médicos remitentes son los encargados de direccionar las recomendaciones de los radiólogos. 4 semanas se estipularon como tiempo óptimo para la ejecución de las recomendaciones y para aquellos médicos que sobrepasaron los tiempos establecidos, un recordatorio fue enviado.

El programa anteriormente descrito demostró que el seguimiento de los hallazgos incidentales fue significativamente superior luego de la implementación del programa, fundamentalmente dentro de los tiempos de respuesta establecidos. Así, los beneficios de la atención temprana de estos hallazgos se ponderaron de mayor forma frente a los casos que reciben seguimiento por hallazgos benignos, hallazgos que no alteran los resultados clínicos o que son intratables, respecto a los casos en los que el tratamiento del hallazgo incidental produce resultados de salud adversos. Es decir, un mayor seguimiento de los hallazgos incidentales es más beneficioso en los sistemas de órganos que tienen la tasa más alta de malignidad, como la mama.

[1] O’Sullivan JW, Muntinga T, Grigg S, et al. Prevalence and outcomes of incidental imaging findings: umbrella review. Br Med J. 2018;361:k2387. https://doi.org/10.1136/bmj.k2387

Zaki-Metias, K.M., MacLean, J.J., Satei, A.M. et al. The FIND Program: Improving Follow-up of Incidental Imaging Findings. J Digit Imaging (2023). https://doi.org/10.1007/s10278-023-00780-6

 

Jorge Rudas
Jorge Rudas

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

This website stores cookies on your computer. Cookie Policy